BOTOX®

La toxina botulínica tipo A produce una parálisis muscular al evitar la transmisión nerviosa del nervio periférico al músculo bloqueando un neurotransmisor llamado acetilcolina.

Este efecto de parálisis muscular controlada es el que se utiliza para mejorar las arrugas musculares que son las que se producen con la mímica facial, como las patas de gallina, las del entrecejo y las arrugas frontales. Otro objetivo que buscamos es redistribuir las fuerzas musculares faciales para elevar la ceja y modificar la posición de los labios. También es utilizada en el mejoramiento de las bridas platismales que son los pliegues verticales que se forman en el cuello. Tiene aplicaciones medicas en blefaroespasmo y asimetrías faciales de origen muscular.

Se aplica en el consultorio con varias inyecciones a nivel facial dependiendo las necesidades de cada paciente. Una segunda aplicación se realiza a los cinco a siete días para lograr un resultado adecuado.

Su duración en el tiempo es de aproximadamente 6 meses, tiempo del cual volverá la musculatura a su estado pre aplicación.

Como cuidados posteriores a la aplicación se indica no hacer ejercicios ni masajes por unas cuatro a seis horas.


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